La venta de búhos salvajes se incrementó dramáticamente en China que a partir del 2001, año en que se produjo la primera película de Harry Potter.
Ciudad de México, 14 de agosto (SinEmbargo/RT).- Los científicos Vincent Nijman y Anna Nikaris de la Institución Oxford Brooks (Reino Unido), en su trabajo Ecología Global y Conservación, señalan que la venta de búhos salvajes en los mercados de Asia ha crecido por la gran obsesión con la saga literaria y cinematográfica Harry Potter. Ambos subrayan que antes de la salida de la primera película sobre el joven hechicero en el 2001, se vendieron unos 100 búhos y ya para el año 2016 más de 13 mil de estas aves fueron sacadas de su hábitat y vendidas por unos 10-30 dólares cada ejemplar.
Dichas cifras desataron las alarmas: los búhos mueren pronto fuera de su entorno natural. Por esta razón el Gobierno de Indonesia sostiene que debe estar incluido en la lista de animales protegidos.
Indonesia no es el único país donde a los ciudadanos les encantaría tener un animal salvaje por mascota. Jairam Ramesh, miembro del Parlamento de la India, expone que la culpa es de los fanáticos de la saga y sobre todo de sus padres, que les regalan estas rapaces nocturnas.
Los conservacionistas Serene Chng y James Eaton contaron a The Guardian que en el Chatuchak (mercado del fin de semana en Bangkok) encontraron 17 aves que están protegidas por el Gobierno de Tailandia.
Aunque muchos señalan a Harry Potter, J. K. Rowling, la autora de la saga, sostiene que los que creen que búhos son buenas mascotas están equivocados. Palabras que apoya Nijman: "Los búhos son aves salvajes y ningún ave salvaje puede convertirse en una mascota. A los humanos les tomó miles de años para domesticar a los animales que consideraron necesarios".